domingo, 12 de febrero de 2012

Capitulo 4

Eran las 5 de la tarde, la madre de Laura le pidió que sacara a pasear al perro. Ella quiso negarse pero su madre hoy no estaba de humor. Cogió la correa del perro, salio al patio a por el mismo y se dirigió a la puerta de la calle. Una vez fuera Laura iba pensado en lo que ayer vio y también en su amiga Maria. Laura no se ponía en lo peor, sencillamente pensaba que eran amigos o algo así.
Nada mas doblar la esquina vio a un chico rubio comiéndose la boca con otra chica. Sus caras les parecían familiares. Cuando terminaron de hacer lo que estaban haciendo se dieron la vuelta y Laura pudo verles las caras. Si, eran ellos, Lucia y Alejandro. Se quedo en mitad de la acera como un pasmarote, no sabia reaccionar. Alejandro de repente se dio la vuelta y pudo ver a Laura, ahí en mitad, inmóvil. Se dirigía a ella. Laura no sabia que hacer "La he cagado" se dijo a si misma. Una vez uno cerca del otro, a escasos centímetros:
-Laura, por favor no le digas nada a Maria. La quiero mucho.
-Claro, y por eso te comes la boca con otra, ¿no?
-Es que yo estaba antes con Lucia, pero apareció tu amiga y me conquisto el corazón
-¿Pretendes que me crea todo esto? Para tu información no me he caído de un árbol y se perfectamente que cuando estas con una chica y te enamoras de otra cortas. En el caso de que seas normal.
-Pero las quiero a las dos. Es un triangulo amoroso llevable.
-Eres un cabrón
Laura al decir esto se marcho. Iba pensando en como se lo iba a decir a su amiga. Miro el reloj.
-Mierda ya son las 6. A esa hora habia quedado Maria con Alejandro.
Salio corriendo como una loca hasta su casa, mientras corría miraba en sus bolsillos.
-¿Y mi móvil?
Decía en voz alta, casi gritando. Un hombre que pasaba por su lado se le quedo mirando con cara de "esta esta loca". Su móvil no aparecía por ninguna parte de su abrigo ni de su pantalón, se le había olvidado en casa. Ya eran las 6:10 y Maria ya estaría haciendo lo que quisiera que estuviera haciendo con Alejandro.
Kilómetros mas lejos, Maria espera sentada en un banco a que venga su amor.
-Lo siento cariño- y le dio un beso, un beso tierno que a Maria le hizo estremecer.
Llevaba una bolsa en la mano, parecia un regalo. A Maria le mataba la curiosidad.
-¿Que llevas ahi?
-Es un regalo para ti princesa.
-¡OH! Vaya no tenias que haberte molestado.
-No me he molestado. Lo he hecho porque te quiero y quiero que te sientas la persona mas importante del mundo.
Despues de esa frase, Alejandro la agarro de la cintura dejando el enorme paquete sobre el banco y le dio un dulce beso, mas dulce que el primero incluso. Pasaron parte de la hora sentados en ese parque, hacia un frio tremendo pero a ellos les daba igual. Ya podría hacer un frio de -6º ellos seguirían allí. Sus besos y abrazos les hacian entrar en calor.
Maria miro la hora
-Es muy tarde y he quedado con Laura para ir a dormir a su casa. Mi madre por raro que parezca me ha dejado jaja
-Jajaja. Toma tu regalo, no lo abras hasta que llegues a tu casa.
-Bueno... Te hago caso solo porque te quiero.
-No creo que me quieras mas de lo que yo te quiero a ti princesa.
Dijo esto y le dio un abrazo, segundos después un beso y luego otro y otro, hasta que al final se despidieron.
Laura seguía dándole vueltas a lo que habia visto esta tarde, no sabia si decirselo a su amiga o callarse y que se diera cuenta ella solita. La verdad es que queria restregarle por la cara que ya se lo habia avisado, pero le daba miedo verla sufrir. El timbre la saco de sus pensamientos. Bajo a abrir.
-¡Laura! ¿No hay nadie en tu casa?
-¿Hola? jaja. No no hay nadie se han ido de viaje.
-Mejor que mejor.
-¿Traes dinero para las pizzas?
-Si, como se me iba a olvidar eso.
Laura de repente vio el enorme paquete que llevaba su amiga en la mano.
-Vaya me has traido un regalo, que considerada.
-¡Quieta!
-Vale vale, no me muerdas.
-Jajaja. Me lo ha regalado Alejandro, aun no se lo que es.
Al oir eso un escalofrió recorrió su cuerpo y no se atrevía a decirle lo que ella habia visto y el le habia dicho.
-Laura, ¿estas ahi?
-¿Eh? Ah, si jaja. Pues ábrelo y así sabes lo que es.
-Es que no se. Dijo que cuando llegara a mi casa.
-Eres muy tonta si le haces caso jaja
-Bueno vale lo abro jaja
Se fueron directas al salón, ya que se habían quedado en el pasillo. Laura se sentó en el sofá mientras Maria miraba totalmente embobada la caja donde se encontraba el regalo.
-¿Lo vas a abrir ahora o espero a que te mueras para abrirlo yo?
-Jajajajaja, ya lo abro ya lo abro.
Mientras Maria quitaba el papel donde estaba envuelto lo que quisiera que fuese eso, Laura la miraba fijamente. Estaba super feliz con el y no iba a ser ella la que iba a acabar con esa felicidad.
Al fin abrió la caja.
-Estaba bien envuelto- dijo con una sonrisa de oreja a oreja
Era el vestido que le encantaba desde hace meses. Era muy caro y no se lo podía permitir.
-LAURA LAURA! LO AMO LO AMO!
-Hosti... Pero si costaba 340€ o así.
-¡LO SÉ! Es igual que el tuyo no?
-¡Yo que se! Solo se que es precioso.
-Jajajajaja.
Esa noche estuvieron hablando de todo un poco, hasta de Lucia. Laura estaba un poco rara y Maria eso lo notaba. A Laura no se le da muy bien expresar sus sentimientos y sus emociones pero cuando le pasa algo se le nota a tres metros de distancia. Maria era distinta, no le costaba mucho mostrar sus sentimientos en publico y si le pasaba algo lo contaba, era menos vergonzosa que su amiga. Mañana era Sábado, saldrían ellas dos con sus amigas, o Maria saldría con Alejadro y Laura se quedaría en casa pensado en todo lo que pasa. Porque ella estaba empezando a sentir algo muy especial y raro a la vez por un chico de su clase. Todo este rollo de enamorarse le daba miedo, porque nunca había pasado por nada parecido.

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